Mohamed Saadat, embajador de Palestina impartió una conferencia en la capital potosina.
“Tenemos derecho a vivir en un mundo justo”, dijo Mohamed Saadat, embajador de Palestina en México durante su conferencia: “¡Palestina libre!”, impartida en la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
El diplomático puso al centro la importancia de que la comunidad internacional ejerza presión sobre el Estado de Israel y exija el cese al fuego en la Franja de Gaza, donde el conflicto armado comenzó en octubre de 2023.
Consideró que para avanzar en el proceso de paz es importante generar conciencia sobre los impactos del genocidio para el pueblo palestino, así como exigir sanciones para quienes lo han perpetrado.
En ese sentido, compartió con las y los asistentes algunas cifras y saldos del conflicto armado, que dijo demuestran ¡hasta qué grado están actuando como salvajes!”:
- ● 265 días de agresión contra el pueblo Palestino.
- ● 3 mil 300 asaltos.
- ● 36 mil 796 palestinos han sido asesinados.
- ● 70% de las víctimas mortales son infancias y mujeres (15 mil 694 infancias y 16 mil 367 mujeres). El embajador enfatizó que no es casual que sean mujeres e infancias las principales víctimas del genocidio, sino parte de una estrategia que denominó de “limpieza étnica” por parte del Estado israelí para eliminar al pueblo palestino. “Saben que los edificios están llenos de niños y mujeres”, condenó. Destacó que entre las víctimas mortales del conflicto también se encuentran personas involucradas en proyectos u organizaciones encargadas de llevar asistencia humanitaria y responsabilizó de ello a Israel, pues dijo: “no quieren que nadie llegue a salvar la vida de nuestro pueblo (…) los mataron porque llevaban comida en un momento en el que la gente no tenía nada para comer (…) los matan porque quieren que el pueblo palestino muera de hambre”. Las personas que buscan acercar ayuda humanitaria a Palestina son agredidas o asesinadas para que no haya testigos de los crímenes cometidos, aseveró y agregó que,
por ejemplo, algunos periodistas también han sido privados de la vida, pues hay un interés en evitar que se documenten los crímenes cometidos contra civiles inocentes.
Expuso que actualmente se contabilizan más de diez mil personas desaparecidas; y más de once mil personas heridas que necesitan ser trasladadas para recibir atención médica y cuyas vidas corren peligro de muerte ante la imposibilidad de transitar libremente por el territorio palestino.
La infraestructura del país está en ruinas, lo que impide que las personas puedan recibir atención médica, alimentarse adecuadamente o simplemente mantenerse seguras y a salvo.
“De 36 hospitales, hay 16 funcionando parcialmente porque no tienen medicamentos, trabajan con muy pocos recursos porque Israel impide la entrada de medicamentos”. Lamentó y sumó que el personal médico también está siendo víctima de ataques para evitar que atiendan a las personas heridas o enfermas.
Por otro lado, indicó que 60% de las viviendas en Gaza están destruidas total o parcialmente y que 80% de los edificios de gobierno se encuentran fuera de servicio por la misma razón, además de escuelas, lo que impide que alrededor de 625 mil estudiantes puedan acceder a su derecho a la educación.
Fue enfático en calificar la situación en Gaza como un genocidio y consideró que la comunidad internacional puede y debe solidarizarse exigiendo que se aplique el derecho internacional, que se sancione al Estado de Israel y cese el fuego y la campaña de exterminio contra el pueblo palestino.
“La paz no se puede establecer sin justicia (…) todos tenemos una responsabilidad para proteger nuestro mundo (…) trabajemos juntos por la justicia y la seguridad de nuestro planeta para garantizar la seguridad de nuestros hijos y de nuestros nietos”, finalizó.