• Autoridades potosinas y de la nación desmantelan red de tráfico de indocumentados
• Rescatan personas que estaban privadas de su libertad
El secuestro en el municipio de Matehuala, San Luis Potosí, de los supuestos 23 turistas de Guanajuato, resultó ser un viaje más de traficantes de personas ilegales por territorio potosino. Y tampoco eran 23, como se empeñaban en decir fuentes oficiales de Guanajuato, y hasta el dueño de la empresa que rentó las dos camionetas. Al final la verdad siempre triunfa, y quedó al descubierto que los pasajeros de esas unidades eran indocumentados.
Aunque se han manejado diversas cifras, lo cierto es que fueron rescatados más de 50 personas, la mayoría venezolanos, pero también de Honduras. El hecho tal cual, con estos detalles, no fue dado a conocer por las autoridades de Guanajuato.
De esa manera, el tema de esos supuestos guanajuatenses perdidos en Matehuala sirvió para que el Ejército, la Guardia Nacional, la Guardia Civil, y la Fiscalía General del Estado de San Luis Potosí, implementarán un operativo de rastreo policial como nunca se había visto en esa zona.
Más de 300 efectivos, varias aeronaves, y diverso equipo tecnológico y táctico fue usado para lograr la liberación de las víctimas. Esto permitió la captura de dos delincuentes y se aseguraron al menos seis vehículos, aparte de armas de diverso tipo, y que debieran ser de uso exclusivo del Ejército.
Ocurrió una lamentable muerte: la de uno de los dos chóferes que tripulaban las camionetas del citada entidad del Bajío, quien ya estaba sin vida cuando arribó la autoridad. Al ir en búsqueda de los citados desaparecidos del vecino Estado, las fuerzas del orden lograron ubicar también al chófer de un autobús que permanecía sin localizar, así como a los pasajeros.
Por otro lado y ante el operativo activado por las autoridades, fue localizada una casa de seguridad donde se mantenían encerrados a otros migrantes, y lo mismo ocurrió con respecto a un hotel. Todo esto arrojó como resultado un golpe sin precedentes a grupos de la delincuencia organizada que tienen como modus vivendi el secuestro y la extorsión de gente en condiciones de migración.
La primera noticia sobre la pérdida de los supuestos turistas de Guanajuato avizoraba la posibilidad de muy graves consecuencias, sin embargo, las autoridades federales y potosinas pudieron darle vuelta a la página, y lo que en principio parecía una calamidad resultó en un éxito, que servirá para garantizar más la seguridad de automovilistas en la carretera 57 dentro de su tramo de Matehuala.
Porque, ya lo anunciaron las autoridades: al operativo de vigilancia implementado seguirá una atención y patrullaje policial permanente en la zona.
Si el gobierno potosino y sus corporaciones ya se pusieron las pilas en el ataque frontal a estas mafias que comercian con el dolor de la gente migrante, ahora solo falta que haga lo propio la Fiscalía General de la República, los estados vecinos y la propia Federación, aunque en este caso la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional tuvieron un trabajo destacado.