La Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) dio un paso trascendental en el ámbito de la sanidad animal con la certificación del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) del Laboratorio de Diagnóstico Clínico Zoosanitario, en el Centro Regional de Biociencias.
El doctor Héctor Aarón Lee Rangel, profesor investigador de la Facultad de Agronomía y Veterinaria y coordinador del Centro de Biociencias, destacó que ahora se podrán realizar pruebas de diagnóstico en enfermedades zoonóticas como la brucelosis y la tuberculosis. Comentó que el espacio ha operado desde 2013 y ha logrado reactivar y expandir su funcionalidad, lo que permite ofrecer servicios externos que benefician tanto a productores como a la sanidad humana.
“En San Luis Potosí, únicamente el Comité Estatal de Sanidad Animal realiza pruebas de brucelosis con un solo método, mientras que nuestro laboratorio tiene la autorización para realizar tres pruebas. En el caso de la tuberculosis, actualmente las pruebas del estado se envían hasta Chihuahua, lo que implica costos y tiempos prolongados. Nuestra meta es consolidarnos como un laboratorio regional que abarque múltiples pruebas y ofrezca soluciones a nivel nacional”, explicó el doctor Lee Rangel.
El laboratorio tiene el potencial de atender un mercado de más de ocho millones de animales a nivel nacional, considerando solo los rebaños bovinos. Según el coordinador, cada uno de estos animales debe someterse a pruebas de brucelosis y tuberculosis, y muchas veces la falta de infraestructura y servicios adecuados genera errores o retrasos en los diagnósticos.
Por su parte, el médico veterinario Emanuel Zaragoza, responsable del laboratorio, detalló las pruebas específicas que se realizan, entre ellas la prueba de tarjeta al 8% y al 3% para brucelosis en bovinos y caprinos, respectivamente, además de la prueba de inmunodifusión en gel para ovinos machos.
Para la tuberculosis, se emplea la técnica de histopatología, que permite detectar la presencia de la bacteria a partir de muestras de tejido.
La relevancia de este laboratorio cobra aún mayor importancia ante la crisis sanitaria provocada por la gripe aviar en Estados Unidos.
En San Luis Potosí y la región no existía un lugar que ofreciera este tipo de pruebas, por lo que la apertura de este centro representa un avance crucial en la detección y control de enfermedades zoonóticas.
“Nosotros certificamos que los animales estén sanos para que puedan movilizarse de un lugar a otro. Este es un proceso que implica la trazabilidad de las pruebas, ya que cada muestra debe ser tomada por un médico veterinario certificado y posteriormente analizada en nuestro laboratorio”, señaló Zaragoza.
El equipo de trabajo ha dedicado más de dos años a cumplir con los estándares de calidad exigidos por Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), para lo cual desarrolla manuales, procedimientos y sistemas de gestión documentada para obtener la certificación. La licenciada Jéssica Budiño, encargada del Sistema de Gestión de Calidad, explicó que el laboratorio ingresó al SICAR en 2021 y desde entonces ha trabajado bajo sus lineamientos para garantizar resultados precisos y confiables.
La doctora Velia Verónica Rangel Ramírez, experta en análisis de laboratorio, enfatizó la importancia de detectar enfermedades zoonóticas como la brucelosis y la tuberculosis, que pueden transmitirse a los humanos a través del consumo de productos de origen animal. Asimismo, destacó que el laboratorio está equipado para manejar muestras con altos estándares de bioseguridad, evitando riesgos para el personal y la comunidad.
Con miras al futuro, el equipo de trabajo busca expandir sus servicios e incluir pruebas de diagnóstico para influenza aviar y tuberculosis mediante técnicas de PCR en tiempo real. “Nuestra expectativa es incrementar el número de técnicas y servicios, y así contribuir aún más a la sanidad animal y la salud pública”, concluyó la doctora Rangel Ramírez.
Este laboratorio se convierte en un referente en la región, no sólo por ser el primero en San Luis Potosí en realizar pruebas de histopatología para tuberculosis, sino también por su compromiso con la investigación, la innovación y la seguridad sanitaria en México.